Futurismo

 El futurismo fue un movimiento de vanguardia italiano que se dio a conocer el 20 de febrero de 1909, cuando el diario Le Fígaro publicó en París el Manifiesto futurista, escrito por el poeta Filippo Tommaso Marinetti. Pretendía expresar los valores y experiencias de la era de la máquina —velocidad, energía y fuerza—, revolucionando las técnicas y el lenguaje de la literatura y las artes. Por ello, asumió como nombre el término futurismo, que significa 'movimiento orientado hacia el futuro'.

Nace como un movimiento literario, pero un año después de la publicación del manifiesto, el futurismo se cuela entre los artistas italianos, que, imitando a su fundador, se expresan en la publicación de varios manifiestos.

Ruptura con la tradición estética

El rechazo a la tradición estética del siglo XIX fue un elemento común de todos los movimientos de vanguardia, incluido el futurismo. Aquella generación estaba cansada de la estandarización del arte, y captaba que el mundo había cambiado. El arte debía cambiar también.

Celebración de la era de la máquina

El futurismo se gestó en las postrimerías de una generación signada por la Segunda Revolución Industrial (1870-1914), en la que la dupla conocimiento científico y tecnología era responsable de una profunda transformación. Había quienes veían esto con desconfianza; pero los futuristas veían el augurio de un tiempo glorioso dominado por la máquina.

La utopía futurista alcanzaba, incluso, la idea del ser humano, que aspiraban se convirtiera en un superhombre. Automóviles, telégrafos y aviones lucían ante los futuristas como un verdadero salto cualitativo de la civilización, como una promesa universal inagotable de evolución.

Inquietud por la cuarta dimensión (el tiempo)

El tiempo ocupa un papel protagónico en el arte futurista. No puede ser de otro modo si el movimiento funda su nombre en la dialéctica del tiempo. Asumir como nombre el término "futurismo" implica una reflexión respecto del pasado y del presente.

Sin embargo, no queda claro si la mirada del futurismo estaba en el porvenir o en una toma de posición respecto del pasado. Al menos en cuanto a la pintura, el historiador Eric Hosbbamw señala que esta y otras vanguardias, adolecieron de una gran paradoja: interpretar la era del maquinismo con medios pictóricos del siglo XIX, como la pintura de caballete.

Glorificación del patriotismo, la violencia y el machismo

El futurismo se identificó con el nacionalismo extremo. De ahí que lo consideraran, años más tarde, como un antecedente del fascismo. Sus escritores y artistas se convirtieron en promotores abiertos del militarismo y de la guerra, al punto de que muchos se enlistaron en la Primera Guerra Mundial. La mayoría murió en el frente de batalla, otros fueron gravemente heridos. Esto precipitó el fin del movimiento, aunque no de la estética. Richard Humphreys sostiene:

Para ellos, el futurismo era una filosofía de vida, con gran preocupación política, y enraizada en el rechazo de un conjunto de fuerzas, que ellos creían hostiles al crecimiento y a la modernización de Italia. La insistencia en la destrucción de la herencia de Italia es parte de ese rechazo. La acción violenta, ya fuera en la vida o en el arte, fue considerada el antídoto contra el letargo político, cultural y psicológico.

La pulsión entre sexualidad y máquina también se hizo sentir en el futurismo, abiertamente opuesto a cualquier iniciativa o perspectiva feminista.

Imaginario, A. (2023, October 5). Futurismo: características, representantes y obras. Cultura Genial. https://www.culturagenial.com/es/futurismo/


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